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PROTEÍNA VEGETAL, NADA QUE ENVIDIAR A LA PROTEÍNA ANIMAL

Las proteínas son uno de los grandes debates dentro del mundo de la nutrición, es una de las preocupaciones  de muchas personas que nos dedicamos y/o nos interesa  la salud, pero  hay mucha confusión en torno a este tema ya que se hacen afirmaciones erróneas  que quedan en el imaginario colectivo  como  que la proteína vegetal no es como la proteína animal . Este artículo pretende  aclarar dudas y desmentir algunas ideas.

Primero de todo ¿qué es una proteína?

Las proteínas son  unas moléculas que nuestro cuerpo necesita, pero ¿para qué?, y  ¿por qué son tan importantes? Bueno, pues entre otras funciones forman parte de muchas estructuras de nuestro cuerpo como músculos y huesos, de ahí que se diga que son tan importantes para los y las niñas que están creciendo. También tienen función hormonal, enzimática  y de anticuerpo, es decir, las necesitamos para defendernos. Eso sí, no las necesitamos para obtener energía, para eso el cuerpo prefiere los hidratos de carbono, otras moléculas que están en los cereales y verduras por lo que NO debemos de comer tanta proteína, y menos aun cuando estamos en la etapa adulta.

Ahora viene la explicación a la pelea del origen de estas proteínas, si son mejores las animales o las vegetales.

Las proteínas son moléculas muy grandes que están formadas por unas piezas llamadas aminoácidos, existen unas 22 piezas (aminoácidos) distintas de las cuales solo 8 deben ser suministradas por medio de la dieta porque el resto las fabrica nuestro cuerpo. A estos 8 aminoácidos se les llaman  “esenciales” y aquí radica el problema al que se sujetan quienes defienden la proteína animal, estos aminoácidos esenciales están en la carne de manera más completa, es decir suelen estar los 8. Lo que ocurre con las proteínas vegetales (se encuentran en la legumbre mayoritariamente pero también en los cereales, frutos secos, semillas, algas, levadura de cerveza y polen) es que tienen alguna carencia en aminoácidos esenciales, pero no por ello son peores porque la naturaleza es muy sabia, a las legumbres les suele faltar  los aminoácidos azufrados como la metionina, pero este aminoácido lo encontramos abundante en cereales y frutos secos. Los cereales suelen ser deficitarios en lisina, otro aminoácido esencial pero que abunda mira tú por donde, en las legumbres. Es decir, que comiendo proteína vegetal NO HAY CARENCIA DE PROTEÍNAS la clave está en comer variado, por ellos es aconsejable comer legumbre s con cereales o con algún fruto seco. Algunos ejemplos de combinaciones perfectas son lentejas con arroz, garbanzos con mijo, soja con arroz, garbanzos con cuscús, alubias con avena… y si a estos platos les añades unas semillas como por ejemplo sésamo, haces un plato muy completo y además no es necesario comer todo junto, puedes comer un día lentejas y al día siguiente el arroz. Existen además alimentos vegetales que tienen todos los aminoácidos como son la quínoa, el amaranto, los garbanzos, la soja, los pistachos, las semillas de cáñamo y entre las algas está la espirulina.

Inconvenientes de la proteína animal

Ahora bien, una vez descubierto que tanto la carne como los vegetales pueden aportarnos las proteínas que necesitamos vamos a mencionar los inconvenientes de la proteína animal, de hecho, como dice Thomas Colin  en uno de los estudios más completos que se han hecho  sobre nutrición  “prácticamente, no existen nutrientes en los alimentos de origen animal que no puedan proporcionarnos los vegetales de una forma más sana”.

La carne a parte de todo el sufrimiento animal que genera y que su producción contamina mucho más nuestro planeta que la producción de proteína vegetal, es rica en grasas saturadas que nos suben el colesterol, carecen de fibra, de antioxidantes y de algunos oligoelementos que nos protegen contra el cáncer o enfermedades cardiovasculares y que sí están en los vegetales, por todo esto ¿por qué no consumir más proteína vegetal que además de ser buena fuente de aminoácidos tiene mucho más que aportarnos?. Estudios estadísticos muestran que las personas vegetarianas ( no comen carne, ni lácteos, ni huevos) tienen la tensión más baja que las personas carnívoras, los huesos más fuertes y padecen menos enfermedades de cáncer y ataques al corazón. Relacionado con el cáncer cada vez se atreven más científicos a indagar en nuevos carcinógenos, y en el “estudio de china” de T. Collin relaciona la caseína, proteína de la leche, con la aparición de cáncer, también relaciona la proteína animal con otras enfermedades como diabetes, enfermedades autoinmunes y por supuesto obesidad. Pero esto no interesa que salga a la luz, mientras un sector de la sociedad  lucha  por avanzar en el campo de la salud nuestro país va a la cabeza en la fabricación  de nuevas macrogranjas siendo ya la industria cárnica la 4 fuerza económica de España.

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