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¿INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS?

Cocinar en algunas familias se ha convertido en un auténtico encaje de bolillos. Según un informe elaborado en 2016, uno de cada cuatro hogares en nuestro país tiene al menos un miembro que sufre algún tipo de intolerancia o alergia alimentaria. El aumento de las reacciones a los alimentos es una realidad, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) estima que este tipo de alergia es unproblema de salud pública en aumento, que afecta a unos 2 millones de personas en nuestro país.

La diferencia entre intolerancia y alergia

Antes de abordar las intolerancias desde un enfoque bioenergético, debo explicar la diferencia entre intolerancia y alergia. En las primeras, se produce una reacción donde no está implicado el sistema inmunológico, es generalmente debido al déficit de una enzima para la adecuada digestión de un alimento o por sustancias químicas presentes de forma natural. En las alergias en cambio sí que está implicado el sistema inmunológico de la persona. Ambas afecciones pueden cursar con síntomas similares, pero mientras las intolerancias pueden hacerte encontrar mal, las alergias ya son más graves pudiendo ocasionar reacciones de gran riesgo.

La problemática de los test de intolerancias

Los test de intolerancia, parece que están de moda, y muchas personas con problemas digestivos como distensión o dolor abdominal, gases, estreñimiento, diarrea o sobre peso, acuden a farmacias o empresas privadas hacerse estas pruebas aparentemente milagrosas. No quiero explayarme en este tema pero si comentar que este tipo de pruebas suelen ser carísimas, no existe aval científico y en muchos casos enmascaran un problema aún más grave. De hecho, se sospecha que la mitad de las alergias e intolerancias alimentarias que la población cree padecer en realidad no lo son y esto es un problema muy grave. El diagnóstico de estas afecciones debe realizarse por un médico o médica especializada para ver la realidad del problema. En relación a las intolerancias y alergias alimentarias, el diagnóstico correcto frecuentemente precisa un abordaje multidisciplinar, por ello hay que acudir si se sospecha algo grave a especialistas del aparato digestivo.

¿Cuál puede ser la causa?

La causa de las intolerancias pueden ser varias, dejando de lado la cuestión enzimática, como la intolerancia a la lactosa por déficit de lactasa, creo que la alta exposición actual a aditivos y contaminantes, presentes particularmente en los alimentos procesados, es en muchos casos el motivo del aumento de las intolerancias. En este aspecto tenemos mucho por hacer dentro de nuestros hábitos alimenticios, empezando por eliminar los alimentos procesados, evitar la ingesta de azúcar y consumir alimentos probióticos que favorezcan nuestra flora intestinal.  Siempre es mejor evitar tratamientos con fármacos de síntesis que no están libres de efectos secundarios. Para mi es preferible optar por métodos más suaves y modificar hábitos relacionados con la alimentación y estilo de vida. Lo interesante como siempre es que cada persona sea capaz de autogestionarse su propia salud.

Mi opinión

Según mi experiencia para tratar de mejorar esta condición que no deja de ser un desajuste, es  reforzar el sistema inmunológico y hacer cambios hacia una alimentación más equilibrada.  Si por un dolor abdominal acudes a hacerte un test de intolerancia lo único que te llevarás es una restricción con suerte de no más de 20 alimentos provocando muchas veces a la larga, carencias nutricionales importantes. Para mí, el camino es evitar un tiempo el alimento dañino en cuestión, y evitar el sobreconsumo de frutas, dulces, harinas refinadas, refrescos y otros alimentos de naturaleza expansiva y enfriadora, este grupo de alimentos favorece las enfermedades de deficiencia, en este caso  la deficiencia a una enzima. En el test de intolerancia le dicen al paciente que alimentos debe evitar como consecuencia de su enfermedad, pero ninguno te explica la causa que produce la intolerancia. Es necesario corregir nuestra alimentación y en esto yo te puedo ayudar.

En la consulta abordamos desde la causalidad, viendo de donde puede venir esa disfunción digestiva o que alimentos consumidos en exceso te han llevado a tener poco fuerza digestiva. Y a través de una dieta inteligente abordar el problema haciéndote partícipe de tu proceso de curación. Termino con esta frase que va como anillo al dedo, comer es una necesidad pero comer conscientemente es un arte.