LA CHIRIVÍA, ZANAHORIA BLANCA
La chirivía, pastinaca o zanahoria blanca es una raíz como la zanahoria, pero con un color crema o amarillento y además con mayor cantidad de vitaminas y minerales. Por ello se le considera un superalimento. Podemos encontrarla en los supermercados, sobre todo en bandejas para caldos, pero en tiendas especializadas la venden a granel en la sección de verduras. Aunque aún hay mucha gente que no la conoce, la chirivía se consumía habitualmente en Europa antes de que llegara la patata de América, y se empleaba cotidianamente en sopas y estofados. Por eso hoy quiero hablaros de la chirivía o pastinaca, para que sepáis qué es y cómo utilizarla en la cocina.
¿Qué es la Chirivía?
También conocida con el nombre de pastinaca, esta raíz es más rica en vitaminas y minerales que la zanahoria, aportando a los platos un cierto toque anisado, un ligero matiz picante y un delicioso aroma fresco que se percibe ya desde el momento de cocerla.
Aunque su piel es parda o amarillenta, su interior es blanco, por lo que da ese color a las cremas. En cuanto a sus nutrientes contiene vitaminas del grupo B, C y E, por eso es un potente antioxidante, y también tiene cantidades significativas de fósforo, potasio y magnesio. Desde el principio de nuestra era, se han utilizado estas raíces, a las que se han descubierto muchas propiedades saludables e incluso medicinales. Por su bajo contenido en calorías -75 por 100 g- se utilizan en dietas de adelgazamiento, a las que ayuda su poder diurético.
Muchos son sus beneficios, y l@s científic@s no se cansan de estudiarla:
- Ayuda a retrasar el envejecimiento por su alto contenido en antioxidantes y betacarotenos.
- Tiene bajo valor calórico, por lo que es bueno en dietas de adelgazamiento.
- Por los altos niveles de betacarotenos es buena para mejorar la vista.
- Es diurética, por lo que ayuda en procesos de gota, hipertensión arterial, retención de líquidos. También previene las arenillas y cálculos renales.
- También ayuda a eliminar cálculos biliares.
- Alivia las digestiones pesadas, es buena para numerosas dolencias del aparato digestivo.
- En general es remineralizante, anticolesterol, antioxidante y anticáncer. Han descubierto que contiene una toxina natural que puede llegar a reducir un tercio el desarrollo del cáncer.
- Regula muy bien el colesterol por su alto contenido en fibra.
¿Cómo usarla en la cocina?
- Cuando vamos a comprarlas, un truquillo, si están blandas no comprarlas, al igual que las zanahorias, quiere decir que no son frescas.
- Por lo que respecta a la conservación, es aconsejable no tenerlas más de una semana en la nevera.
- Podemos consumirla cruda o cocida. Si la prefieres cruda puedes añadirla a tus ensaladas, rallada o cortada en cerillas y te dará un toque picante muy peculiar. Si la prefieres cocida se fomentará su sabor dulce y anisado. Aquí tienes una receta muy medicinal, pincha aquí si quieres verla, y si te apetece probarla en una suave y aromática crema pincha aquí.
- Recuerda que como toda verdura, en la piel están la mayor parte de sus vitaminas y minerales, por lo que no es aconsejable pelarla demasiado, sin embargo si no la compras ecológica mejor es que la peles porque también los pesticidas se acumulan más en la piel.
- Hay que tener cuidado con las hojas de la chirivía pues pueden resultar un poco tóxicas y provocar dermatitis de contacto. Normalmente en los establecimientos las venden sin, pero es algo a tener en cuenta si se cultivan en casa.
- Aconsejo que sea de cultivo ecológico, pues se trata de una planta que se adapta muy fácilmente a este tipo de cultivo en nuestro país porque resiste muy bien el frío del invierno. De hecho, la chirivía es más dulce si se cosecha después de unas semanas de clima muy frío con escarcha.
La chirivía es una hortaliza con muchos beneficios y un producto típico de otoño e invierno así que, ¡ya sabes! este otoño anímate a cocinarla y disfrutar de su peculiar sabor y abundantes propiedades.
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