COCINANDO SALUD
Muchas sois las personas que queréis empezar a cuidaros. Pero… ¿por dónde empezar? Os aconsejo no ser demasiado duras ni duros. En estos momentos de cambios hacia una vida más saludable tienes que mimarte mucho, y si no lo consigues a la primera, ríete de ti y ¡a por la próxima!. Para mi, la herramienta más eficaz para conseguir este propósito, cuidarnos, es la alimentación, ya que es lo que ingerimos y damos a todas nuestras células tres incluso cinco veces al día. Los estudios más recientes por fin desvelan lo que muchas personas que nos dedicamos a la salud sabíamos, que la alimentación es la primera causa de enfermedad, por encima del tabaco o la genética. Así que adelante, vayamos hacia una dieta saludable y que te haga sentirte feliz.
A través de las siguientes líneas os facilitaré unas pequeñas pautas para que comencéis a hacer cambios hacia una dieta más inteligente que os aporte bienestar, tanto físico como emocional y espiritual.
1. Eliminar por completo el azúcar blanco y moreno
Es un alimento vacío, solo son calorías. El blanco es refinado, por lo que ha perdido todo lo que le acompañaba, como vitaminas o minerales que son necesarios para metabolizarlo, por lo que nuestro cuerpo los coge de las reservas, este es el motivo por el cual el azúcar entre otras muchas cosas, desmineraliza. El azúcar moreno suele ser azúcar blanco teñido.
- Reducir al máximo la ingesta de lácteos y derivados
Es un alimento lleno de grasa, está muy hormonado, y además el calcio que siempre dicen que tiene no se asimila bien. Hay un montón de alimentos más saludables como fuente de calcio, como las coles, coliflor, semillas de sésamo…
- Consumir muy de vez en cuando harinas y si lo haces mejor que sea integral.
Siempre digo que llegará el día que se hablará de las harinas tanto como del azúcar. Y es que ya hay estudios de su relación con varias enfermedades. Lo que yo sé y he comprobado es que son grandes productoras de moco, así que notan mucho cambio las personas propensas a generarlo, como por ejemplo las que padecen de sinusitis. Además este moco también se produce en el interior del cuerpo, dañando a órganos internos.
- Reducir la ingesta de agua, y que sepas que la tienes en las sopas, cremas y verduras que tomas.
Este punto puede sorprender a muchas personas, pero la realidad es que tomar agua por tomar no ayuda en nada, es más, sobrecargamos a los riñones produciendo todo el rato orina. El agua ya está en las sopas, las verduras, las infusiones… no tomes más que cuando tengas sed. Tus riñones lo agradecerán.
- Fuera la proteína animal en la medida de lo posible
Como persona vegana, no empleo la proteína animal, pero los estudios también señalan la relación que hay entre este alimento y las enfermedades. La carne es proteína y grasa básicamente, y esos nutrientes no debemos comer en excesos. Además de la cantidad de hormonas y antibióticos que le mete la industria.
- Evitar las solanáceas.
Familia botánica que engloba a la patata, tomate, pimiento y berenjena. Hay estudios científicos que hablan de reducir su consumo. Contienen solaninas, una toxina que afecta al riñón y además se acumula en nuestras articulaciones provocando daños articulares como artritis o artrosis.
- Que en tu dieta abunden los cereales integrales, las verduras y frutas de temperada, las semillas, frutos secos y las algas.
Son la base, son los alimentos naturales y equilibradores. Nos dan cantidad de nutrientes y de calidad.
Si, es difícil eliminar los alimentos que os he citado, pero también es increíble como puede mejorar tu salud si vas poco a poco haciendo estos cambios. En en futuros artículos explicaré como hacer los cambios y os ayudaré a como sustituirlos. Somos lo que comemos.
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